Exposición
del Dr. Carlos Villanueva, rector de SITB, en el encuentro del 20/04/12
Permítanme que introduzca lo que yo
voy a decir con una reflexión personal.
Soy producto de la iglesia
evangélica. No de los Bautistas: de la iglesia evangélica. Nací, como se dice,
en un hogar cristiano en donde yo era el único varón de tres familias. Mis dos tías
y mi mamá (separada) y mi abuela (separada), yo el único varón de la familia.
De una abuela Pentecostal (y yo anoto aquí profundamente Pentecostal). No
Pentecostal de los de ahora, sino de los de antes. Que se la pasaban de rodilla
todos los días, que nos llevaban a los cultos todos los días, y donde teníamos
que ayunar dos días por semana. Y de hablar en lenguas (¡no podía ser que no!)
porque te daban hasta que hablabas en lenguas. De una madre, también separada,
que era Hermano Libre y que siempre me dijo que íbamos a una iglesia Bautista sólo
porque no había iglesia de los Hermanos Libres cerca y lamentaba que tuviésemos
que ir a esa iglesia. Y ya mi rebeldía me hizo que yo hiciera Bautista.
Crecí en un contexto evangélico muy,
muy, muy humilde. Todos los días íbamos a la iglesia con mi abuela porque ella
era la que nos cuidaba a mi hermana y a mi, dado que mi mama trabajaba para
sostenernos. Las iglesias a las que íbamos, todas estaban en villas de
emergencia… en distintas villas de emergencia. Muy carenciadas, de gente muy
humilde. Y aprendí a convivir con ellos y servir y codearme en ese ambiente. Nosotros
también eramos de una familia muy humilde, muy sencilla. Y comencé a darme cuenta de su respeto por la Palabra , por la Biblia , cómo ellos vivían
su fe. Quizás no tenían la reflexión que hoy buscamos y deseamos o anhelamos, y
nos parece que es lo mejor. Era una religiosidad autentica que salía de
aquellos, que como dijo Norberto [Saracco] hace un momento, no llegaban a fin
de mes. Y que el ayuno además de un requerimiento eclesial era una necesidad
familiar. ¡Contábamos lo que íbamos a comer!
Mi vida giró en la iglesia. Y por
eso que de alguna manera, al pensar en la iglesia y al leer este documento, el
cual leí un par de veces (no todas las veces que yo hubiera querido leer,
hubiera querido leerlo más). Me dí cuenta de que, en un sentido, hace una
reflexión correcta de la iglesia latinoamericana.
Al mismo tiempo yo pienso
básicamente en la iglesia argentina. Recuerdo que a principios del siglo XX
nosotros [los evangélicos] no llegábamos a ser el 1% y hoy, según las
estimaciones más conservadoras, superamos el 10% de la población de nuestro
país. Nuestra iglesia argentina, la iglesia evangélica argentina, tiene una
deuda con su país. Porque hoy somos un número significativo, y sin embargo, los
mismos pecados que se vienen denunciando desde hace 20 o 30 años siguen siendo
los pecados que vemos en nuestra sociedad: el abuso, la violencia, el abuso de
los más débiles (de las mujeres especialmente), siguen siendo algunos de los
problemas que vemos.
Pero me pareció que a este
documento también le falto reconocer que somos hijos de nuestro tiempo. Esta es
nuestra época. La posmodernidad, híper modernidad, meta modernidad, modernidad
liquida, modernidad reflexiva. No sé los nombres verdad. Mañana tengo que
hablar en un lugar sobre eso y puse todos los nombres que le han dado y termino
diciendo esta “edad sin nombre”, porque de verdad, si es que tiene tantos nombres
es porque no tiene ninguno.
Pero si una cosa es cierta los
miembros de nuestras iglesia, la gente a las cuales nosotros estamos tratando
de alcanzar con la Palabra
del Evangelio son personas que vienen de este contexto y obviamente el Señor ha
hecho un cambio. Yo doy gracias Dios por el cambio que ha hecho en mi vida,
porque yo he encontrado en él lo que necesitaba viniendo de un contexto tan
difícil. Pero igual somos parte de nuestro pueblo, de nuestro tiempo. Nuestro
tiempo tiene estas características: individualismo, la falta de un dogmatismo,
el relativismo teológico y eclesiológico, la pérdida de las fronteras
denominacionales (que es un gran bendición pero se ha perdido tanto que ya
ahora casi nos pasamos al campo de al lado). Es decir, vivimos un momento y
quizás parte del problema de nuestras iglesias es que esta representando a su
tiempo. Acá viene la lucha de si la iglesia debiera ser caja de resonancia de
la sociedad que la rodea, o si debiera transformarla. Estoy de acuerdo con la
contracultura cristiana, pero la verdad que quienes vienen a nuestras
congregaciones, vienen con un esquema de pensamiento distinto.
Es cierto también que estamos
viviendo época donde hay una economía religiosa comercial que asusta. Un pastor
en un retiro de pastores que tuvimos hace una semana, exactamente una semana,
dijo que estamos marchando de la centralidad del sermón al mensaje de autoayuda;
del himno al corito popular y emocional; del culto celebratorio al culto
mediático pensado en y para las personas; del sentido del pecado a una
tolerancia más permisiva; del estudio de la Biblia a una lectura “ocasional” de la Biblia (ya nadie lleva la Biblia a la iglesia porque
la pasan en un retroproyector cuando se pasa algo); del pastor al gerente; de
un ministerio centrado en la gente a un ministerio distante y profesional. Esta
es una parte de la realidad. Pero al mismo tiempo conozco y he participado con
grupos que tienen defensa de las mujeres golpeadas (tema que me parece muy bien
que se haya incorporado aquí), que habla de todo el proceso de marginalidad o la
falta de oportunidad para los jóvenes, que no lo veo reflejado en el documento.
Es una de las carencias del documento.
No es toda la iglesia. Estoy de
acuerdo con lo que dice aquí. Pero es la mitad del discurso. Falta una parte
del discurso. Y esa parte del discurso es el profundo esfuerzo que se hace en
pequeñas congregaciones muy simples, donde hermanos con una preparación muy
sencilla hacen el mayor esfuerzo posible para dar a aquellos que están
sufriendo, y alcanzarles con la
Palabra porque la
Palabra para ellos significó algo importante.
Comparto ciento por ciento lo que
dijo Norberto hace un momento. Si hoy ocurriera un cataclismo, y solo
sobrevivieran estos libros, y alguien los descubriera dentro de cien años, y
tuviera que decir como era la iglesia de hace cien años, quedaría con una
imagen muy triste, y yo creo que esa sola no es la iglesia. Es verdad es que en
el mercado religioso tenemos un montón de elementos que nos hacen llorar de
dolor al ver lo que está ocurriendo. Pero hay muchos otros, sencillos, simples,
que comienzan en las congregaciones de base, que tiene que ver con aquellos que
no tienen acceso a otra manera de expresarse o de mostrar lo que están
haciendo, y que están haciendo un profundo esfuerzo por cambiar su medio
ambiente, para que su barrio sea mas seguro, para que en su grupo halle
elementos que permitan a los demás alcanzar el alimento de todos los días. Para
que aquellos que son golpeados, violados o lastimados, tengan un hombro donde
llorar y un lugar donde puedan ser aconsejados y sostenidos.
La iglesia latinoamericana tiene
muchísimos pecados, y me sumo a lo de Norberto, pero tiene virtudes. Creo que
hay un proceso de crecimiento. Creo que hay desde abajo algo que está naciendo,
que está haciendo que las iglesias tomen conciencia y que los hermanos tomen
conciencia de la realidad que se está viviendo. Y eso debiera estar documento.
Eso debiera estar reflejado en algún lugar. Reconocer a aquellos que hacen un
profundo esfuerzo. Debiéramos darle la honra que merecen para que sirvan de
estimulo a otros, que teniendo elementos, no lo están haciendo. Pero ellos, de
la manera mas sencilla y de la forma con menos elementos a su mano, con menos
preparación, están haciendo un aporte significativo.
Soy parte de la iglesia. Esta es mi
iglesia. La iglesia latinoamericana es mi iglesia. La iglesia argentina es mi
iglesia. Y los pecados son los míos también. Y me parece que este elemento
también falta en el documento. Parece escrito por alguien que no tiene nada que
ver con lo que pasa. Y la verdad es que yo me rebelo y me enojo con lo que
pasa, pero reconozco, como hizo lo hizo Nehemías, Daniel, este es mi pueblo, y
yo también tengo niveles de responsabilidad para cambiar esta situación si creo
que está mal. Gracias.
Si querés escuchar el audio, hacé click aqui.
Ask me if I care.
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